jueves, 20 de marzo de 2008

Sacred Cows

[The Sacred Cows tocando Kill, Kill, Kill. Episodio 15 de la tercera temporada de Get Smart. 1968. Nunca se sabrá del todo. Hay quienes afirman que las "Vacas Sagradas" (Sacred Cows) del malvado Groovy Guru, eran músicos de sesión. Al parecer eran Jerry Scheff, Mike Deasey, Jimmy Gordon y Larry Knectel (mucho gusto a todos), apoyados por el grupo Beautiful Daze (mucho gusto ídem). Vaya uno a saber si en alguna oportunidad se conocerá semejante interrogante. Podemos, lo mismo, dormir en paz, y no dije "descansar en paz" que, como se comprende, implica un sueño demasiado reparador].


Alerta que camina, ¿no?, el paro agrario por América Latina. La cuestión es seria desde donde pueda verse. A ver: veraneando este año en Monte Hermoso, me topo con persona conocida, muy, incluso, tomando sol y aire de mar con aguas vivas en una reposera a las tres de la tarde. Lee La Nueva Provincia, que es como leer El Día, La Nación, o el pasquín superfascista El Cabildo, en los setenta-ochenta. No hace falta hablar de "perfil", porque en verdad se trata del rostro completo de mucho de lo que abomino, no sé ustedes. Dice que la vaca está tres pesos; que el gasoil será un artículo de lujo; habla de las fuerzas productivas, y se incluye en ellas. No hizo falta que me quedara demasiado tiempo más para percibir lo bien que viven estas personas, más allá de las dificultades del caso. Cuando hablan de sus inconvenientes parecen apuntar a la cantidad de bocas (trabajadores) que deben alimentar. Aunque en verdad se refieren a las bocas de expendio, porque la mayoría de la gente bien posicionada en los campos bonaerenses, abandona la producción primaria para meterse, por ejemplo, en el rubro más rentable, pero menos productivo, del traslado de combustible. Me salvo, pero quién se salva conmigo. Nadie es la respuesta. La rosa nadie de Celan.

Entonces podría decir: no me gusta ese tipo de discurso, incluso desde entidades comprobadamente más abiertas como Federación Agraria, porque se practica lisa y llanamente el "tiro al cónyuge", cuando cualquiera que obseve números, sabrá lo bien que le fue y le va al sector ahora indignado, desde 2003 hacia estos días. ¿Qué quieren? Lo de siempre: más y con otras condiciones. El paro agrario aparece así con toda la fuerza de cualquier retrato ecuestre de Velázquez, la diferencia es que los personajes reales esta vez no son el centro de una extensión sometida. Los ruralistas rigen como figuras geométricas sobre la extensión, que por momentos parece ser toda la Argentina. Sin embargo, me gustaría pensar que estos reclamos son la expresión desbordada de una clase que se ve asfixiada por un gobierno hiperprogresista. Creo que los jerarcas del campo no logran hacer reaccionar a un gobierno que tiene todos los ingredientes para seguir beneficiándolos, pero que en la cadena de favores, alguien (Moreno, tal vez) entendió que existen negocios y socios mejores. Más allá de todo esto, no caeré en quienes están convencidos de que no han visto mejores gobiernos y castigan a éste porque no los representa como corresponde. Muchos creen que ellos son el reflejo donde el poder de turno debe mirarse, o bien, contemplarse hasta la admiración. La cosa no es al revés, pero un gobierno es un pedacito de uno, sin duda, aunque fuese la peor cara. Si no supiera que eso puede cambiarse, no escribiría lo que estoy escribiendo. Pero lo que no se soporta es la autoconmisceración desde el pensamiento medio, cuando sostiene que un personaje como Macri es una suerte de "castigo involuntario" ante la gilada setentista. Macri es Macri: no hagamos chiste con el voto. Lo bueno de un gobierno cercano a la izquierda es que algunos temas de fondo, más bien humanistas, ligados a lo básico de la condición humana, etc., no se discuten demasiado. Hay, sí, planteos tácitos, pero la vulgata discursiva parte de una base de conceptos medianamente válidos. Lo negativo de este tipo de gobierno, en tanto, es que afloran las exigencias progres donde antes existía apenas un antipopulismo incipiente. Son las mismas personas que vieron en Duhalde un estadista, mientras obviaban toda la era del gatillo fácil en la Provincia de Buenos Aires. Si nos sacó del pozo, si devaluó y no me morí, entonces tan "malo" no era, dijo más de uno. Habrá que consultarles a los allegados de Kosteki y Santillán si les da lo mismo. No es caer en el golpe bajo, sino recordar lo que hay que recordar. El paro agrario pertenece a la clase de maniobras por la cual un reacomodamiento político tiene siempre las mismas derivaciones: achicamiento del pequeño productor y lento avance del arrendamiento de campos por parte de los mismos dirigentes ruralistas que hacen la medida de fuerza para seguir negociando más adelante; y por otro lado, también está la búsqueda de un mejor control de los precios, en beneficio del exportador. Después habrá tiempo para reclamos gremiales (tractorazo, latifundazo, etc.). Estas personas, que siempre dirigen la vista hacia su propia sombra, provocan un recelo tal que permite verlos como centauros. "Todos tienen algo de Bucéfalo", asegura el querido Octavio Armand. Tal vez sea así, y sólo se nos transforman delante nuestro. Se pudren, mientras crece una demanda contra la política oficial de parte de muchos que dormían pensando cuándo cobrar la tela encerrada en el corral.
Nuestro diccionario de hoy trae la palabra pudrición. Esta palabra puede entenderse como corrosión ligada a la muerte, o a la posibilidad de desintegración. La otra acepción es la que nos interesa: pudrirse también significa una "manía", un desarreglo mental que lleva a la persona a desesperarse por alguna cosa. Esta mirada está aceptada por la literatura, y pulula en la escritura épica del Quijote. Pienso en quienes creen en el inconformismo como sólo un signo inequívoco de apertura mental. Claro que el conformismo huele peor: es la metástasis del pensamiento cerrado. Pero también habrá que pensar cuándo se debe avanzar contra el ícono abstracto, llámese Poder, y cuándo en verdad estamos clavándole agujas de crochet a un animal acorralado. Creo que no hay que dejar levantar a la derecha, política o militar. Quedó esa idea en los que eramos adolescentes en la dictadura. Y Macri es un problema, pero tampoco es el grano en la consciencia nac & pop (¿se acuerdan de ese término?) del kirchnerismo. Llegó por el voto y popular. Y bien, hay mucha gente parecida al empresario neobostero. Lo que quisiera comprobar es por dónde se pudrirá este proyecto de la derecha, que aún no tiene más forma que la que puede tener un paro ganadero. Los ruralistas creen que sus vacas son sagradas. Por ahora, me quedo con las "vacas sagradas" de Maxwell Smart, con ese ritmo que hipnotiza a medio mundo, y que conseguiría convertir a Luciano Miguens en un sindicalista sin escrúpulos.¿O no lo era ya? Escuchen a las Sacred Cows, y una versión más moderna del tema, por Painter & Dockers.
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The Theme: Kill, Kill, Kill









Kill, kill, kill
Thrill, thrill, thrill
Make a scene
Bump off the Dean
Yeh, yeh, yeh
Knock off the squares

Take to the street
Kill everyone you meet
Just kill, kill, kill
Hey, hey, hey
Dig what I say,

Get a gun
And kill your mum
Woh, woh, woh
Don’t you know
Love is out
Hate’s what it’s about
Just kill, kill, kill

Don’t just stand there being placid

Get into some psychopathic acid
I’ll take you to a place that’s purple and paisley
There’s no problem everybody is crazy
Come on get rid of your frustration
Get into our hate generation
If you are ready......


Kill, kill, kill
Thrill. Thrill, thrill
Make a scene
Bump off the Dean
Woh, woh, woh
Don’t you know
Love is out
Hate’s what it’s about

Just kill, kill, kill
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[Painter & Docker, Kill, Kill, Kill, 1987]










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