miércoles, 24 de septiembre de 2008

Abuso policial

Denuncian brutal golpiza en la comisaría 36

Jorge Luis Martínez, referente social del barrio Villa Soldati, denunció ante la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires haber sufrido una violenta agresión de parte policías pertenecientes a la Comisaría 36. Tuvo que ser hospitalizado, con las costillas fisuradas.

Por Martín Rodríguez

El 17 de septiembre pasado, Jorge Luis Martínez, referente social del barrio Villa Soldati, también conocido como "Mondonguito", denunció ante la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires haber sufrido el 15 de septiembre una brutal golpiza por la que tuvo que ser hospitalizado, por parte de alrededor de ocho policías pertenecientes a la Comisaría 36. Desde la Defensoría confirmaron a NOTICIAS URBANAS que radicarán la denuncia ante el Procurador General de la Nación, Esteban Righi.
Jorge Luis Martínez, quien trabaja -entre otras cosas- de sereno en el proyecto de viviendas de Madres de Plaza de Mayo, sufre como miles de familias humildes la adicción de su hijo mayor al paco. La mañana del 15 salió a trabajar, dejando a su mujer y sus hijos en la casa. Todo indica que esa mañana su hijo fue a comprar paco, y lo agarró la policía en el barrio Los Piletones.
Un tal Funes, de esa comisaría fue quien comandó la detención del chico. En ese momento, mientras recibía una paliza, se hizo presente su madre (Marta Carmen Troncoso), advertida por un amigo de él. La madre vio con sus propios ojos que entre seis policías le pegaban en todo el cuerpo. Al intentar evitar la detención fue golpeada y también detenida. Según la denuncia, el policía (de apellido Funes) le pegó mientras la llevaba al grito de: "puta, arrastrada" o "tu hijo es un fisura, un delincuente". La golpeaban "con algo de color negro en las piernas, los brazos, la panza".
Jorge se hizo presente ese mediodía en la Comisaría 36, donde en distintos calabozos permanecían su hijo y su mujer. Al observar que entre varios policías llevaban a su hijo arrastrado y golpeado, como todo padre, reaccionó y fue agredido y llevado a un calabozo donde, según denunció, lo golpearon entre siete policías, liderados por Funes. Jorge permaneció cerca de cuatro horas desmayado a causa de la feroz paliza, y pudo advertir la presencia de un forense para hacer un informe. Luego fue puesto en libertad y llevado al Hospital Penna donde le hicieron placas y ecografías. El martes, luego del alta, y advirtiendo un dolor insoportable en varias zonas del cuerpo, decidió ir al hospital Piñero, donde repitieron placas y confirmaron que tenía las costillas fisuradas (en el Penna le habían dicho que no), y le indicaron reposo por 20 días.
Funes, según Jorge, mientras lo golpeaba junto a otros le advirtió que "si me haces la denuncia te pongo un fierro y una bolsa de droga y no salís más de la cárcel, y no vas a ser más laburante". Repitiendo: "Yo soy Funes, me escuchaste, soy Funes".
Ahora Jorge tiene miedo y se presentó en la Defensoría del Pueblo él, su esposa y dos testigos de las detenciones, junto a su abogada. Su hijo permanece detenido en Devoto, y a su esposa, aparentemente, según indicó que le dijeron los efectivos, le habrían abierto una causa penal "porque le quiso sacar el arma a un policía". Hecho que ella desmintió tajantemente.

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