sábado, 4 de octubre de 2008

Antes que Vargas Llosa, que lo gane Andrew Craig o Adonis

El ganador del Premio Nobel de literatura 2008 se dará a conocer el próximo 8 de octubre, según anunció ayer la Academia Sueca.
Para la agencia de apuestas británica Ladbrokes el escritor italiano Claudio Magris y el poeta sirio Adonis (nacido en Qusabin, norte de Siria, en 1930) tienen las menores probabilidades de ganar.
Entre los posibles ganadores de este año, se menciona a los estadounidenses Philip Roth, Joyce Carol Oates ó John Ashbery.
Cada Premio Nobel está dotado con 10 millones de coronas (1.300.000 dólares), una medalla de oro y un diploma. Los premios se entregan el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador del galardón, Alfred Nobel, en 1896.
Andrew Craig es el escritor que protagonizó Paul Newman (1925-2008) en The Prize, haciendo pareja con la tremenda berlinesa de Elke Sommer. Si bien Craig representa a un novelista modélico bajo la mirada de Hollywood, en este caso del director Mark Robson (un Craig rebelde, oscuro, autista y beodo: Newman lo hace creíble), me hubiese gustado que alguien de esas características irregulares, y en verdad muy estereotipadas, ganase alguna vez el Nobel. Por eso NO a Vargas Llosa y sí a Ashbery (ya sé, el hombre de Rochester no es ni por asomo el Craig de Newman, pero se merece el premio lo mismo). ¿Saul Bellow habrá sido Andrew Craig? Es lo más cercano. El Bellow que escribió esa maravilla titulada El legado de Humboldt es un pariente sin nexo del Andrew Craig que nos interesa preservar en la memoria. Una gran novela que esconde la vida en deriva de ese símbolo móvil de la creatividad que fuera el poeta Delmore Schwartz (1913-1966).
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Más allá de esto, compremos acciones por Adonis (Ali Ahmad Said Asbar, o علي أحمد سعيد إسبر).
Va una muestra de su buena poesía:

ESPEJO DE UN SUEÑO
El héroe, en vela cual ola
duerme.
Nuestra tierra es una niña que duerme
sin cabeza y sin almohada
y el rojo pensamiento depredador
es un cadáver dormido.
¡Oh, ceniza de los miembros!
¡Oh, vías de los humores
de mi cuerpo, del cuerpo del arabismo!
¿Desde cuándo y cómo despertaré a los durmientes?


ESPEJO DE UNA PREGUNTA
Pregunté y me dijeron:
la rama cubierta de fuego es un pájaro,
y me dijeron que mi rostro era una ola
y el rostro del mundo espejos,
suspiros de marinero y faro.
Y vine.
Tinta era el mundo en mi camino
y cada estremecimiento una frase.
No sabía que entre nosotros
había un puente de hermandad,
de pasos de fuego y profecía.
No sabía que mi rostro
era un barco navegando en una chispa.


ESPEJO DEL SIGLO VEINTE
Ataúd vestido con el rostro de un niño,
libro escrito en las entrañas de un cuervo,
fiera que avanza llevando una flor,
roca que respira con los pulmones de un loco:
eso es,
eso es el siglo veinte.

ESPEJO DE LAS NUBES
Alas,
pero de cera,
y la lluvia chorreante
no es lluvia
sino navíos para las lágrimas.

LA OLA
Eterna,
una pena en torno a la cual
florecen las ramas.
Eterna,
un viaje cuyos ojos
hunde el río en sus aguas.
Una ola me enseñó
que la luz de las estrellas,
el rostro de las nubes
y el gemido del polvo
son una sola flor...

EXTRAVÍO
Una vez me perdí en tus brazos
y eran mis labios una fortaleza
que anhelaba una conquista insólita.
Se enamoraron del asedio
y avanzaron.
Tu talle era un sultán,
tus manos la fatiha del ejército,
tus ojos una guarida y un amigo.
Nos unimos, nos perdimos juntos,
penetramos en el bosque de fuego.
Trazo el primer paso hacia ti
y abres el camino...

Fragmentos de VEINTICINCO DÍAS
1
Con sus penas, con sus despojos
Ondula en Gaza
Y surgen imágenes como se representan
En sus mitos.
Surge Beirut –amasada en chispas
Ondula, se eleva
Y mancha la tierra de la alegría.

2
Pregunta por sus hijos. ¿Dónde? ¿Qué?
La ceniza es la respuesta.
Coge un puñado de tierra del lugar,
Se inclina, lo besa
Y llora sobre él.
Entre esta tierra y sus pestañas
Hay una época de amor y promesas.

3
Quitadle esa basura
Alejad la cubierta de su estructura:
Ella ha entregado su rostro al cielo.

4
¿Retornamos a nuestra tierra la destrucción
y el guía-libro?

5
Pintan en crepúsculo
Como un túnel dentro de otro:
La luz está asustada,
La luz tiene los ojos perplejos.

CARTAS (fragmentos de El asedio de Beirut)
La noche cae en los balcones del espacio
y se sienta en nuestro barrio
decrépita y pálida.
Con ella se sientan las casas y sus sueños,
se arrojan a su pecho
y coquetean con su bastón...

Mi corazón no es una cuerda ni es nube
para ser ligero, flotar. Mi corazón es un círculo.
¿Por qué, entonces, vuela en pedazos en ti?

El invierno se despide de sus árboles
sin recordar que tomó
nuestro fuego y nos mezcló con sus lluvias.
El verano ignora nuestras tristezas
y la primavera es prisionera de sus flores
y de sus plumas:
ayer escribí una elegía
que los vientos de otoño repitieron.
El otoño nos enseña cómo vivir.

Cantaremos
para que el tiempo que despunta sea puerta
y el viento sea llave. Pusimos
la llama de los secretos en ella
y lanzó nuestro amor entre tus manos.

(Traducción: María Luisa Prieto)

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