sábado, 25 de septiembre de 2010

No asustes a los caballos

1. Escribió el polaco Arno Wolica: "Cada vez que visito a mi abuelo Kazimierz busco el mismo disco: Hard to Find, y este tema, Don't Spook the Horse. Mi abuelo nada sabe, nada conoce, todo lo que busca es la huella de su ignorancia. Sólo intuye, es decir, reconoce al filo de la adivinación el sentido que el sonido de Neil Young propone a esa vida aislada por un mundo al parecer mejor que el suyo. Cierta vez, no hace mucho tiempo, se me zafó el volumen de su humilde equipo, cuando sonaba este tema. Mi abuelo vive en medio de un silencio de bosque y nieve, y por eso, él también se sobresaltó. Enseguida, casi sin apreciar el avance enloquecido de los decibeles, un grupo de caballos cruzó corriendo por el frente de su casa. Casi se despeñan en un acantilado cercano al risco que gobierna el territorio donde mi abuelo planta batatas y riega los huecos demorados de sus hortalizas. Arno, por favor, dijo Kazimierz, llevate de una vez ese disco, pero no asustes a los caballos. Pensé que se trataba de un temor especial, una suerte de dimensión privada que en ese momento me estaba siendo mostrada, por algún motivo. Pero enseguida pensé: "A quién no le asustan las tropillas, no?" Sin embargo, lo que le daba pavor a mi abuelo era que el volumen de un aparato como el suyo no tuviera control. Se mostraba más tranquilo sabiendo que podría ejercer cierta autoridad con un animal, pero jamá con un aparato electrónico. Más allá de todo esto, el volumen fue reparado y el temor disminuido. Que una gavilla de caballos asustados sean incentivados por un equipo de música que de pronto perdió el sentido, era algo excesivo para Kazimierz."

2. Y después, Arno reflexionó tras el trazo anecdótico; "Nunca supe demasiado sobre alguna cuestión específica, salvo la dirección de las palabras que escribo, cuando consigo pesarlas, creyendo que con ellas se organiza un mundo que se vacía a medida que intenta ser nombrado. Al contrario de lo que se cree, las palabras tienen un peso menor a medida que avanza la idea de que con ellas todo puede hacerse. Como los caballos asustados de lo de mi abuelo: no consiguen con su desatada carrera resignificar alguna que otra alegoría, cuyo efecto más nocivo es creer que con ello representan nuestro mundo. Sólo se manifiestan dispersos. Ya lo dijo el cazador desde las zonas estivales donde proliferan los zorros de cola recortada, para eludir la mira del que caza: 'Si quieres ir a montar en el pasto alto y verde, trata de no asustar al caballo'."



Neil Young interpretando Don't Spook the Horse, del album Hard to Find. El tema es de 1990.

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